top of page

¿Será que cambiar a mi esposo es la solución?

Yo sé, todas nosotras nos hemos hecho la misma pregunta ¿Puedo cambiar a mi esposo? ¿Será que cambiarlo es la solución?


Vamos a ver nuestra historia, la mayoría nos casamos con los ojos brillantes y un equipaje lleno de expectativas por cumplir. En mi caso, no fue así, si bien yo estuve enamorada, cuando me casaron (casi por accidente), ya no lo estaba. Mi matrimonio comenzó al revés, por eso mismo sé lo que sientes cuando todo se ha perdido, en mi caso comencé sin nada, sin siquiera lo que muchos creen que es el "amor".


Continuando con este tiempo de amigas, casi todas las mujeres se casan porque piensan que el besito de la boda convierte las características de sapo que hemos visto en nuestros novios, en las cualidades de un principe azul y para serte honesta, nada más lejos de la realidad. Como lo escribí en mi primer libro, Diario Para Esposas Jóvenes, el beso de la boda suele dar la impresión de convertir en ogro, lo que muchas imaginamos que era un principe bajo las sábanas ;)


Cuando esto sucede, aparece en nosotras una mujer maravilla, una heroína que cree que todo lo soluciona: "la señora mamá".


Pasamos de ser novias a mamás, de amar a la otra persona a exigirle como hablar, como vestir, como comportarse e incluso, hasta como pensar.

Luego, al pasar del tiempo, cuando el cansancio de vivir bajo un rol que no nos pertenece, cuando estamos frustradas por lo "dificil", "solitario" y "frío" que es "el amor", nos decimos ¿En qué momento me casé con este hombre? Si tan solo cambiara esto, y aquello, u esto otro. Incluso, seamos sinceras, hasta se nos cruza el pensamiento ¡y si cambio de marido y ya? Creyendo que si cambiamos de persona, solucionamos el problema, mientras que la verdad... cómo lo hablamos siempre en las mentorías que damos con Samo, el problema de nuestra relación de pareja se llama: Yo (el ego).


Así que si viniste aquí para ver una receta infalible para cambiar a tu esposo o cambiar de esposo, creo que no la vas a encontrar. Pero si, vas a tener algo más útil que te va a servir siempre: comprender que más importante que gobernar al otro, es gobernar lo que sí te corresponde, tu "yo".


Más importante y valioso que pisotear, mangonear, manipular o cambiar al otro, es poder autogobernarte con los principios y ayudas que el Señor te brinda.


Tus reacciones construyen más que tus manipulaciones.


Tus palabras a tiempo y con amor, logran más que tus frases hirientes y dolorosas.

Tu confianza en Dios y su dirección, logran más que horas y horas de berrinches frustraciones.


Tu paz, serenidad e identidad en Dios, logran más que tu inseguridad, ansiedad y dependencia emocional hacia tu esposo. ¿Te gustaría que siguiera?


Como sé que este post es muy importante, lo voy a dejar hasta aquí y me gustaría conocer tu opinión. Mientras que, en las imagenes que te pongo abajo, te detallo 7 áreas sobre las que sí tienes control y una oración para momentos desesperados.


Espero que te guste mucho esta entrada en mi blog, la estoy haciendo mientras Samo toca el piano ensayando para su próximo toque. Tengo mi lámpara de la mesa de noche a mi lado y una sonrisa en mis labios de saber que estás aquí, leyendome y compartiendo juntas.


Te envío un abrazo de aquí a la luna y no olvides, si quieres que escriba algo específico, no más, déjamelo saber en los comentarios y lo hacemos.




302 visualizaciones1 comentario

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page